3 Poetas Visuales
Autor:Bertoni, Claudio; Martínez, Juan Luis; Montes de Oca, Carlos
Un trabajo que se mueve en la línea fronteriza de la poesía y la plástica, donde la visualidad y la escritura se unen, exhibieron en la Galería Gabriela Mistral los artistas nacionales Carlos Montes de Oca, Claudio Bertoni y Juan Luis Martínez. Bajo el nombre de “Tres Poetas Visuales”, la exposición se inauguró el martes 7 de octubre de 1997 a las 19 horas en Alameda 1381 frente a la Estación Moneda del metro y permaneció abierta hasta el 31 de octubre de ese mismo año. Dividido en dos espacios, el montaje contempló una introducción en que se hacía una reseña sobre los artistas y se mostraba una obra de cada uno de ellos. Eran polípticos que llevaban un nombre específico: “Obra de Preferencia”, de Montes de Oca; “Sin Título”, de Bertino; y “El Lenguaje de la Moda, de Martínez. “Al instalar este proyecto de poesía visual o visualidad poética en una galería, estamos reconociendo una tradición iniciada por artistas como Mallarmé, Picasso y Apollinaire”, señaló Luisa Ulibarri, entonces Jefa del Departamento de Programas Culturales y Directora de la Galería Gabriela Mistral. “Apollinaire publicó una colección de poemas gráficos acerca de la lluvia. En este proyecto Juan Luis Martínez opera con una visualidad infinitamente variada de iconos, gráfica, diseño, materias y formas en “La Nueva Novela Chilena”; Montes de Oca exorciza la palabra en vitrinas, celdillas, cajas; y Bernoni se expresa en ceniza, zapatos y corontas de choclo y otros elementos de una gráfica que sorprendió también en la obra “Artefactos” de Nicanor Parra”, concluyó. En el gran espacio de la galería estaba el montaje que daba cuerpo al proyecto, con tres grandes zonas remitidas a cada uno de los autores que incluían textos, imágenes y objetos característicos de estos artistas: en el trabajo de Martínez estaba la figura del perro con una simbología especial en su obra; en el de Bertoni una chica o “teenager”; y Montes de Oca trabajó la imagen del gimnasta. Importantes fueron también los objetos, que son peculiares de sus trabajos, como el serrucho en el caso de Martínez, el hacha de Montes de Oca y las tijeras de Bertoni. Los fragmentos de textos que aparecían en el trabajo correspondían a libros de los propios expositores, que fueron seleccionados por Eduardo Correa, investigador y poeta, quien desde hace alrededor de cinco años antes de realizar la muestra venía investigando la poesía visual y el objeto de arte. Lo que une a estos tres trabajos es el soporte de libros, en que utiliza páginas, portadas y las tapa. A juicio de Carlos Montes de Oca, la idea de esta muestra fue “instalar el concepto poesía visual con el que trabajamos. Lo que nos interesa es dar cuenta de una línea de trabajo que se ubica paralela a la poesía y a la plástica”. En esta experiencia poética, los tres artistas vierten en sus propios modelos la imagen, la palabra y el objeto. Montes de Oca pasó del espacio del libro al espacio ultramoderno de la escenificación, arrastrando al libro como objeto. En tanto que Bertoni estaba en el libro como estaba en cualquier otro lado. Su corriente de expresión pasó a través de éste como a través de las corontas de Choclo, poniendo el libro al mismo nivel de materialidad que esos objetos. Mientras tanto, Martínez partió del abandono del libro para rescatarlo, no en su tradicionalidad, sino como libro prismático de Mallarmé en el que las hojas permutables llevaban al lector a nuevas lecturas y nuevas reflexiones, según la escritora María Teresa Adriazola. Martínez, Bertoni y Montes de Oca, dijo, hicieron una especie de grafitti o historieta. Utilizaron el hule simulando un enjuncado de una silla, recortaron letras de diario, agregaron anzuelos, clavos, zapatos. Trabajaron con tres iconos que son fundamentales en la muestra: Martínez utilizó la figura de un perro, Bertoni la de una nínfula y Montes de Oca la del gimnasta. “La visualidad y lo verbal, quedan unidos a sus obras por similares operaciones de sentido. La mecánica del poema y la de la visualidad son análogas operativamente en los trabajos de cada uno de estos creadores”, aseguró el investigador Eduardo Correa. Y agregó, “Bertoni plantea en su visualidad el salvataje de los espacio mínimos donde el objeto a punto de abyección es designado como obra. Lo mismo hace con la poesía, rescata textos inútiles, grafittis de paredes a punto de ser derrumbadas. Es un cachurero de un lenguaje que rescata de su olvido o de su miseria feroz”. De Juan Luis Martínez, dijo Correa que “articula como pregunta muchos de sus espacios visuales. Se constituyen así en enigmas, máquinas de sentido, cruces e intersecciones tal como las del perro Sogol Logos, quien es a su vez el guardián del libro y el guardián de la obra del propio poeta. Es justamente este anónimo can el portador del enigma de toda su obra”. Sobre Montes de Oca, indicó que “restaurar es lo que hace en los espacios visuales. Su obra es la de un gimnasta del sentido. Maneja las paralelas y las argollas tratando de encontrar en los cruces de lenguaje el espacio mínimo que da origen a su propuesta de obra. Su lenguaje visual y verbal es pulcro y detallista; ordena lo desordenado y otorga sentido, en el sentido de proponer direcciones. Los tres poetas, como los califica, “habitan el imaginario donde la palabra aún puede rescatar algo. Articulan una imaginación capaz de revelar o velar las ausencias; última utopía de este milenio que recién comienza”.
Enlace:http://repositorio.cultura.gob.cl/handle/123456789/5035
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